En la víspera del 1 de mayo la comunidad de Armant-Egipto hemos tenido la posibilidad de compartir la celebración de Pascua con un pequeño grupo de cristianos católicos de rito copto. Los cristianos católicos coptos celebran la Pascua según el calendario de la Iglesia Ortodoxa de Egipto, llamado el Calendario de los Mártires. La fiesta se celebra el domingo anterior a la fiesta egipcia de Sham Al Nassim.
La eucaristía fue presidida por un sacerdote franciscano en una de las iglesias más antiguas de esta localidad.
Este es uno de los momentos más importantes de la vida de los fieles, quienes después del “isbua el alam” -semana del dolor- se reúnen para compartir la alegría de la resurrección de Jesús. Desde las 8 de la tarde las familias iban llegando al templo, estrenando vestidos y preparados para vivir la liturgia desde su sentido profundo de misterio pascual. En la puerta de entrada nos saludaron, con gran respeto, una decena de guardias y policías bien armados. Nos dijeron: “Kol sana we entu tayebin”, una frase que expresa el deseo de pasar una feliz fiesta.
Durante la ceremonia se hizo memoria de la pasión de Jesús relatada por los cuatro evangelistas, en medio de cantos y símbolos. Al terminar los textos de la crucifixión, se apagaron todas las luces, los objetos sagrados estaban cubiertos y en un rincón del templo había un sepulcro tapado con piedra. Después de un silencio, se inició el toque de campanas, se prendieron las luces, se destaparon las imágenes de santos y se cantó con júbilo: “verdaderamente Cristo ha resucitado”.
Al término de la misa, a media noche, nos quedamos saludando a la gente con la alegría del resucitado.