¡Detente, mira y vuelve!, el Señor te dará un corazón nuevo” fue el lema del Papa Francisco que nos acompañó durante la semana de misión. Desde la Universidad Centroamericana de Nicaragua, convocados por el deseo de servir desde nuestros propios dones y carismas, nos reunimos más de treinta jóvenes -entre ellos universitarios, misioneros, jesuitas y religiosas- para celebrar la Semana Santa en las comunidades de la Garnacha, Estelí, municipio de San Nicolás, a 145 kilómetros de Managua. Fuimos distribuidos en 33 comunidades campesinas. Me tocó ir con Melkin, estudiante universitario, al Salmerón, una comunidad pequeña con un hermoso paisaje y enriquecida por la sencillez y acogida de las personas. La presencia resucitada de Jesús se hacía muy palpable y cercana en cada persona que nos abría las puertas de su casa y de su corazón.
El Domingo de Resurrección nos reunimos en la parroquia de San Nicolás para la celebración eucarística y compartir la misión. Agradezco al Señor lo vivido y la posibilidad de conocer otra realidad, que me ayudó a vivir internamente la pascua.