La comunidad de Valle de Bravo, México, estamos muy agradecidas con el Señor y con el Equipo General y las Provinciales por haber escogido nuestra casa para celebrar la IX Asamblea General.
Vivimos unos días intensos de preparación para que la casa estuviera lista y recibirlas. Gracias a la ayuda del equipo de laicos con el que ahora contamos, de la organización Thaismon y que en México se llama Natzin Montsarri, A.C., todo estuvo a punto para el tan esperado 30 de junio, día en que llegaron las hermanas.
Durante la Asamblea hemos podido participar con ellas en las Eucaristías, además de verlas y atenderlas con mucho cariño. Al final, la nostalgia se hizo presente al ver terminar el encuentro y el privilegio de tenerlas aquí. Disfrutamos con ellas también el paseo en barco por la laguna de Valle, apreciamos el paisaje y sobre todo su compañía agradable; percibimos que se ha hecho entre ellas un grupo entrañable del que les quedará y nos quedará un grato recuerdo.
Nos queda el seguir orando para que los frutos de esta reunión sean para la Compañía abundantes y nos traiga a todas nuevo entusiasmo y fervor en el seguimiento a Jesús y en la entrega generosa a nuestras hermanas y hermanos.