El Papa Francisco invitó a un grupo de laicas y laicos de Chile, para dialogar en el Vaticano sobre los principales problemas de la crisis de la iglesia en ese país. Entre ellos estuvo presente Mirna Pino, de la Comunidad Belén, de la Red Laical Compañía de María, en Chile.
«El Papa Francisco nos recibió con mucho cariño», indicó Roberto Sánchez, vocero del grupo. «Mantuvimos un diálogo franco y fraterno, en el que pudimos plantear los temas que como laicos y laicas de Chile nos preocupan: la lentitud del proceso de renovación de la Conferencia Episcopal chilena, la falta de escucha a las víctimas y la limitada participación de las mujeres en la toma de decisiones”. “También le pedimos su apoyo para que en Chile se inicie un proceso similar al de otros países en temas de abusos, formación para la madurez del laicado y participación en los procesos en el nombramiento de obispos con olor a oveja». Francisco nos escuchó atentamente por más de una hora y nos animó a seguir adelante, a no tener miedo y a seguir haciendo lío, enfatizando que contamos con su apoyo. “Nos dijo que una Iglesia sin laicado, se transforma en una sacristía. La perversión más grande es el clericalismo”.
Antes de despedirse de Roma, Mirna, con otras dos integrantes del grupo, visitaron la Casa General de la Compañía de María, donde fueron recibidas con alegría y mucho interés en compartir nuevos caminos eclesiales.