Del 6 al 7 de enero, nos reunimos en Medellín un grupo de junioras y algunas profesas para ahondar sobre la “Tercera semana de los Ejercicios Espirituales”, dando continuidad a una serie de reflexiones que venimos haciendo desde el año pasado sobre la “Espiritualidad Ignaciana” y que nos han permitido “sentir y gustar internamente” lo que somos.
Nos acompañó el sacerdote jesuita Álvaro M. Pimentel quien nos ofreció algunos elementos que nos ayudaron a comprender mejor el sentido de la tercera semana en los ejercicios y, a partir de ellos, descubrir algunas claves para enfrentar el sufrimiento en el mundo.
Fue una oportunidad para confirmar la imposibilidad de encontrar una razón que explique la totalidad del mal y el sufrimiento, y lanzarnos a encontrar, en medio de ellos, un sentido que nos mueve a luchar y comprometernos, del lado de las víctimas.