En torno a la pregunta “¿Qué mundo queremos construir juntos?” se llevó a cabo el 23 de marzo, en París, un Foro Internacional para celebrar los 70 años de existencia del Centro Católico Internacional de Cooperación con la UNESCO (CCIC) en el que participaron más de 400 personas de cuatro continentes. Yvette Angulo, odn, estuvo presente.
Se invitó a todas las Instituciones a reconocer que Dios está trabajando a través de nosotros y a ser instrumentos eficaces de justicia y transformación. La situación actual del mundo exige una acción humana de todos los expertos sociales, políticos, económicos, culturales y espirituales para construir una sociedad inclusiva, abierta, donde sea una prioridad levantar puentes y no muros.
Convencidos de que la educación es la clave para cambiar el mundo, las escuelas deben ser lugares para enseñar a pensar; espacios de derecho, respeto, dignidad e igualdad. Para esto, el protagonista de esta historia tiene que ser la persona que sabe amar. La invitación personal y colectiva es que nuestra capacidad de amar está llamada al infinito para seguir proyectando el mundo desde la esperanza y seguir soñando con una educación liberadora, humanista, integral.