Después de unas semanas de confinamiento por el coronavirus, las responsables locales de pastoral comenzamos a detectar que algunos adolescentes y jóvenes de nuestras Plataformas educativas e incluso AAAA, tenían necesidad de compartir lo que estaban viviendo: sus miedos, preocupaciones, sueños, inquietudes… ante este momento y su futuro a muchos niveles. En una situación normal, todos sabemos que estos temas los tratan entre iguales, pero ahora no les era suficiente pues todos estaban viviendo algo parecido y difícil de gestionar.