Cuando Dios llama se compromete a llevar a término su obra, esta certeza acompaña a lo largo de la peregrinación donde el Señor confirma y afianza esta gracia como posibilidad de respuesta amorosa confiada. El 27 de diciembre, en Asunción celebré la fidelidad de Dios en mi vida y proclamé mis votos solemnes reconociendo tanto bien recibido a lo largo de estos años en la Compañía de María, a quien me integro definitivamente con el deseo de participar activamente de su acervo histórico, espiritual y humano para entregarlo enriquecido a mis hermanas.
Hacer memoria de cómo Dios se me ha ido revelando y me ha capacitado para percibir ese "más" que me puso en búsqueda, orientando mis opciones y dejándome acompañar para aprender a leer los trazos que fue diseñando en mí es significativo en el hoy, pues mirar el ayer significa permanecer con el corazón agradecido ante una promesa que se fue encarnando y tomando un rostro concreto en cada contexto, y que, como Abraham me puso en camino de entrega generosa fiada en Él... promesa que configura mi hoy y es camino de entrega confiada y esperanzada en el futuro…
Ese "sal fuera e intenta contar las estrellas..." alberga en mi interior tantas experiencias, opciones, deseos, determinaciones que han ido definiendo mi respuesta al Señor con todo lo que soy y tengo, tanto de capacidades y límites, donde el llamado a que mi vida sea expresión de su amor y su gracia encuentra un cauce particular a través del arte. Es dentro de este contexto que celebrar mi entrega definitiva al Señor en la capilla San Miguel cobró un matiz significativo, un lugar teológico donde Dios se me ha revelado en su gente sencilla, sufrida y esperanzada, donde los niños me han ayudado a descubrir mi ser de educadora y a creer que el arte es camino de evangelización y transformación social. Contemplar tanto a los niños y algunas familias del barrio que estuvieron en la celebración junto con tantos seres queridos cargaba de mayor emotividad cada momento de la ceremonia como expresión de un camino recorrido con otros hermanos que me han ayudado a crecer en la fe, a ir más allá de lo que por mis propias fuerzas o capacidades y límites podría avanzar si no fuera por la gracia de Dios...
Un sentimiento hondo de familia como cuerpo apostólico Compañía de María me ha acompañado al experimentar la cercanía de cada una de las hermanas de Paraguay, de la Provincia Cono Sur y de la Compañía Universal en cada mensaje, llamada y en las oraciones...
Avanzar como peregrina hacia la meta evangélica de la configuración con Cristo fue una de las notas principales de toda la Eucaristía, la experiencia de fe de Abraham al fiarse de Dios como único absoluto me dispone ante esta nueva etapa con confianza en que el Señor continuará su obra en mí, allí me envía a salir fuera e intentar contar las estrellas que iluminan y son signo de bendición tanto para mi vida, mi familia, la Compañía de María y su Iglesia…
Lidia Carlota Carbajal Díaz, odn: Licenciada en Artes Visuales. Miembro del Equipo del Boletín de la Provincia Cono Sur y de la nueva comunidad de la Compañía de María en Paraguay, en San Ignacio, Misiones. |
dice:
Desde Solsona, agradezco al Señor, haber leido la EXPERIENCIA DE LIDIA EN SUS ÚLTIMOS VOTOS. A mi me gusta tambien ver las estrellas y muchas noches abro la ventana antes de acostarme. En Solsona aun se pueden ver bien y asi como la luna relucen estupendamente. Gracias Lidia. Una abrazo desde muy lejos. Montserrat Trepat.
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