El Norte Grande acababa de sufrir dos terremotos, el mar había destruido muchas embarcaciones y viviamos pendientes de las réplicas que se sucedían cada minuto; se tenía, además, la amenaza de un terremoto mayor.
En esa situación, se desencadenó un incendio en Valparaíso, Patrimonio de la humanidad, un puerto con sus casitas colgando de los cerros donde la pobreza se esconde en terrenos “tomados” a los dueños de los bosques que rodean las lomas
Muchos chilenos nunca pensamos que en esos lugares hubiera tanta miseria, que la gente viviera en situaciones tan insalubres, sin agua y con montañas de deshechos, una basura que fue el mejor combustible para extender las llamas.
Todo ocurrió en muy poco tiempo; era estremecedor escuchar continuamente las sirenas de bomberos, policías, militares que pasaban por las avenidas debajo de nuestra casa y mirar, desde la terraza, las llamas y la nube de humo que cubría Valparaíso: un espectáculo siniestro, la imagen del infierno mismo.
Hay miles de vivencias que se podrían compartir. Los jóvenes voluntarios se convocaron a través de las redes sociales y esa misma noche estaban allí colaborando, arriesgando sus vidas, sin protección, solo con las ganas de ayudar a sus hermanos. No había nada que hacer, el fuego era más fuerte e imbatible
Nuestros cuatro colegios no podían quedar al margen y no acudir a solidarizarse. Con una profesora y apoderados del colegio de Viña del Mar, rápidamente se movilizaron con este lema:
“Compañía de María Chile tiende la mano a Valparaíso”
Se empezaron a organizar con esta motivación: “Con la seguridad de “tender la mano” al más necesitado en este tiempo de dolor, frente a la catástrofe que viven las personas de los cerros de Valparaíso y que se han visto afectados por el incendio del sábado recién pasado, nos hemos unido como comunidades educativas los Colegios que formamos la Compañía de María Chile, para ayudar solidariamente a las personas de nuestra comunidad en Viña del Mar y a los afectados por este siniestro en Valparaíso.”
Se realizaron diferentes acciones para hacer más eficaz y rápida la ayuda:
• Abrir una cuenta de ahorro para recibir las donaciones en dinero
• Transformar el colegio en centro de acopio para recibir las ayudas
• Participar, como Centros de Alumnos de los Compañía de María Chile en las labores de voluntariado, junto a los estudiantes de 3° y 4°medio y profesores de nuestros Colegios.
• Hacer un listado de lo más necesario: alimentos útiles de aseo personal, ropa interior nueva, pañales de adultos y niños, ropa de cama, útiles escolares…
Con mucha alegría y unidos en la oración para hacer realidad el “tender la mano” a los damnificados de Valparaíso, les compartimos que hemos entregado en el centro de acopio del Obispado de Valparaíso, los alimentos que los Colegios de la Compañía de María Chile: Apoquindo, Seminario, Puente Alto y Viña del Mar, hemos recolectado hasta ahora.
Muchas manos generosas nos ayudaron a decir “Presente” con el Puerto que se ha visto afectado por el siniestro vivido.
Los scouts y profesores colaboraron en su totalidad con nuestra campaña solidaria.
Las hermanas de la Orden de la Compañía de María, Nuestra Señora, se han sumado con su oración y aporte de alimentos.
Esperamos que nuestro espíritu de unidad como país y como Colegios continúe y sigamos “manteniendo la llama encendida “, no dejando solos a nuestros hermanos en el duro invierno que se aproxima.
mariella Bagnara dice:
Una vez más la comunidad completa de la Compañía de María ayudando sin límites a los más necesitados. Mucho trabajo, apoderados, alumnos, Scout y hermanas, todos ayudando a Valparaíso. Un orgullo!
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