El Año de la familia en el horizonte del Sínodo de Octubre de 2014, se convirtió en una buena oportunidad e invitación para la creación del Cineforo en Compañía, cuya oferta aparecía en la pantalla de los padres y madres de las niñas del Colegio de La Enseñanza, de Medellín, una semana antes de cada tercer lunes del año escolar.
Fue así como temas de pareja, de los hijos, de los hijos adoptados, de las familias grandes y pequeñas, vistas por directores de Estados Unidos, Francia, España, Japón, México, dejaron pasar por nuestra mirada de aprendices los problemas más corrientes de las familias. Drama, sátira o comedias, hicieron que el grupo de padres y amigos que se fuera configurando a través del curso, se fuera consolidando en el debate y tuviéramos la oportunidad de crecimiento humano y de reflexión en profundidad.
Poco a poco nos fuimos convenciendo, como los Padres Sinodales, y aún el mismo Papa Francisco, que es preciso seguir profundizando en estos temas que evocan situaciones profundamente humanas porque la tarea de educar dura toda la vida.
El Papa, al finalizar el Sínodo ha dicho una palabra muy interesante: La Iglesia debe ser la casa de todos. Ya lo había afirmado en una entrevista con los periodistas: el 20 de septiembre, días antes de la reunión sinodal: es una casa en la que pueden entrar todos. Todos tienen un lugar porque "la Iglesia, antes de condenar, ama a quien quiera que tenga enfrente".
Desde la Asamblea de Aparecida en 2007 los obispos han empezado a hablar del Evangelio de la Familia. De la buena noticia que es tener una familia, contar con ella. Nacer y crecer en una familia cristiana. Todos sabemos de la aflicción y de los efectos disociadores que tienen la soledad, el individualismo, el mal uso de las relaciones “virtuales”, de los medios que configuran la cultura contemporánea y que nos obligan a pensar de “cierta manera”. Es apenas justo que como educadores y como portadores de las buenas noticias del Reino, hayamos dedicado este tiempo a confrontar nuestras maneras de pensar con las realidades que plantea la cinematografía. Y en el fondo, descubrir, que sólo el amor hace posible la esperanza. Porque este fue el mensaje de las siete películas proyectadas: Antes que termine el día Gil Junger (USA 2005), Antes de media noche Richard Linklater (USA, 2013), October Baby directed by Andrew and Jon Erwin 2011, No se aceptan devoluciones Eugenio Derbez. (México 2013), De tal padre tal hijo, Hirokazu Koreeda (Japón 2013), Nosotros los nobles Gary Alazraki, México 2013, La joya de la Familia de Thomas Bezucha (USA, 2005).
Marta Inés Restrepo M. odn: religiosa de la Compañía de María, Doctora en Teología. |