Sobre sueños y realidades… en la playa

Un bonito trabajo con jóvenes de 10º y 11º de la Institución Educativa Agroecológica La Playa. Salahonda (Colombia).

Enero 2015 | Luis Carlos Figueroa Castillo (Medellín, Colombia) | Experiências

“Sobre Sueños y Realidades” fue el título que escogí para nombrar el trabajo que desarrollé con jóvenes de 10º y 11º de la Institución Educativa Agroecológica La Playa en un municipio que lleva el mismo nombre y hace parte del departamento de Nariño sobre la costa pacífica colombiana. Pensé en ese título considerando el objetivo que me fue propuesto por las directivas del Colegio, a saber, generar un espacio para reflexionar y socializar las perspectivas de futuro hasta hoy construidas por los participantes. Fue, sin duda, un espacio provechoso, para ellos como para mí. Tuvimos, en efecto, la posibilidad de detenernos con esperanza y realismo a imaginar el futuro de cada cual a la luz de los sueños que animan nuestro presente y de los desafíos y las decisiones que la vida misma nos impone tanto en el plano de lo inmediato como para los próximos años. Esto lo vivimos en medio de un ambiente marcado por la sinceridad, la cercanía, la espontaneidad y la alegría tan características de la gente de esta región del país.

Terminados mis días de este paso por La Playa, en medio de otras ocupaciones más cotidianas y comunes, he vuelto una y otra vez sobre el título de lo trabajado quedándome con la idea de que todo el viaje fue para mí, al mismo tiempo, una lección de realidad y una nueva invitación a soñar. En efecto, me he encontrado con la realidad de un país que de muchos modos podría sentirse lejano y, de no pocas maneras, abandonado. La lejanía del lugar se aprecia inicialmente por las condiciones de acceso y salida del mismo. Llegar a Salahonda, municipio que colinda con La Playa, implica llegar a Tumaco y muchas veces pernoctar ahí para zarpar y navegar durante aproximadamente una hora en la única lancha que a diario lleva hasta el pueblo cuando el mar lo permite. Estar allá, llegar allá, depende pues de muchas cosas. Y como sucede con las lanchas, pareciera suceder también con los derechos y las oportunidades. Algunas no zarpan de Tumaco, otras naufragan en el mar de las buenas intenciones y otras no superan el carácter de una visita pasajera y de afán. Sólo algunas iniciativas, entre las orientadas a garantizar derechos fundamentales generando oportunidades, logran llegar con intención de quedarse. Y en ese grupo, no sin dificultades ni errores, pero sí con mucho amor y compromiso ha estado y está la Compañía de María soñando y construyendo con otros.

Gracias, primero, a la iniciativa de religiosas extranjeras y nacionales, y luego al conjunto de laicos que se han hecho partícipes de la misión apostólica de la Compañía, el proyecto educativo ha venido echando raíces en este rincón del Pacífico, ofreciendo a los niños, jóvenes y familias del lugar oportunidades para crecer integralmente, exigiendo sus derechos, creando redes de apoyo, capacitándose para acceder y crear nuevas oportunidades, construyendo así, para sí y para otros, condiciones vitales en las que la Buena Noticia de Jesús sea cada vez más creíble y soñar sea una realidad posible. Agradezco a Dios y a la vida la oportunidad de haber conocido La Playa, su gente, sus paisajes, su realidad tan llena de contrastes. Confío en que con su Gracia podamos como Compañía hacer cada vez más por la misión que allí se lleva a cabo dando continuidad a los esfuerzos de tantas personas que en el pasado han dejado pedazos de su corazón anclados en ese otro lado del mar.
 

Luis Carlos Figueroa Castillo: Coordinador de Pastoral y Educación Religiosa, Comisión de Educación Formal en la Provincia del Pacífico. 


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1 Comentarios

beatriz.cortes diz:
Que bonito artículo. Gracias.

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